Bibliografías Esther

 Bibliografía 1


Brunner L, Suddarth D. Enfermería Medicoquirúrgica. 10ªed..México: McGraw-Hill Interamericana; 2007. p. 66-86

CRÍTICA Y RESUMEN:

Este artículo, ha sido el elegido para realizar esta bibliografía, ya que creo que es uno de los más completos de los que he leído, en los que paso a paso y detalladamente te informan sobre todos aquellos datos que se deben recopilar en una valoración de enfermería y lo que más me ha gustado, es que te explica la forma en la que debes hacerlo, las preguntas que debes realizar y que aspectos debes o no tener en cuenta.

Nos muestra una vista general de esta parte del proceso de enfermería, en la cual deja claro que el papel principal de la enfermera es encontrar diagnósticos que identifiquen, aclaren y traten de forma independiente, trastornos de un paciente, sirviendo también de adición a los objetivos del resto de personal sanitario que gira en torno al paciente. Para recopilar los datos necesarios, la enfermera debe realizar una entrevista, donde debe primar la verbalización y comunicación bilateral, entorno privado, atención de la enfermera hacia las cuestiones que el paciente expone, etc. También debe realizarse una historia clínica con los datos recopilados, en la que se muestren los patrones psicosociales, étnicos y culturales del paciente y para ello, debe seguir unos puntos: recogida de datos bibliográficos (nombre, apellidos, domicilio, etc.), síntoma principal (el cual debe ser verbalizado por el paciente), padecimiento actual(fecha del problema y desarrollo), antecedentes personales patológicos, antecedentes familiares, revisión del sistema y aparatos, perfil del paciente (capacidad del paciente de afrontar el problema, ver la fluidez para exponer sus sentimientos, etc.). Además de estos factores se debe realizar una exploración física, cuyo procedimiento lleva un orden determinado: piel, cabeza y cuello, tórax y cavidad pulmonar, mamas, sistema cardiovascular, abdomen, recto, órganos genitales, sistema nervioso  y  sistema musculo esquelético. Para realizar este examen físico se deben realizar varias técnicas como la inspección, palpación, percusión y auscultación, que nos ayudarán a detallar mejor las anomalías de la persona. Para terminar la valoración, debe realizarse un pequeño cuestionario para valorar el estado nutricional de la persona y su estado bioquímico.

Una vez realizadas estas acciones, todos estos datos deben ser recopilados para tener una visión general del paciente, la cual nos ayude a establecer posteriores diagnósticos y objetivos para restaurar la salud de la persona.





Bibliografía 2




Una úlcera es toda lesión tisular de origen isquémico (por falta de aporte sanguíneo a los tejidos), producida por una presión de los tejidos entre dos planos duros. Están localizadas en la piel y tejidos, apareciendo pérdida de sustancia cutánea en mayor o menor profundidad.

Los mecanismos que inducen a la isquemia son: presión (fuerza perpendicular a la piel que provoca un aplastamiento tisular del paciente a la cama y que puede provocar necrosis tisular si se ejerce con una presión mayor a 32mmHg (presión capilar), fricción ( fuerza que actúa paralela a la piel produciendo roces) y fuerza de cizallamiento (combina fricción y presión).

Según su grado, las ulceras se clasifican en:
- Grado I: piel roja, afectando a la epidermis. Importante observar la presencia de edema.
- Grado II: piel con vesículas y solución de continuidad, afecta a dermis y epidermis.
- Grado III:  la pérdida de tejido se extiende a través de la piel, llegando incluso a la hipodermis, y provoca cavidad, pudiendo presentar necrosis del tejido subcutáneo
- Grado IV: necrosis de tejido o lesión muscular, ósea.  Con tejido necrótico con exudado abundante


Los factores de riesgo que producen las úlceras son: inmovilidad (situaciones de parálisis, debilidad, escayolas, etc), inactividad( enfermedades neuromusculares, edad avanzada, etc), nutrición, hipoproteinemia, edema postural, baja ingesta de HC, líquidos y vitamina C, incontinencia urinaria y fecal, deterioro mental, sensibilidad disminuida, calor corporal excesivo, edad avanzada, etc.

Los lugares en los que se localizan son aquellos donde existen prominencias óseas, como el sacro, talón, glúteos, omoplatos, codos, orejas etc.

A la hora de valorar una úlcera debemos tener en cuenta varios factores, como su color , dolor, hábitos higiénicos de la persona, tratamientos, estado físico, etc.

Una vez valorada, debe tratarse la herida para evitar que aumente su grado; básicamente mediante el cuidado de la nutrición, higiene y movilización.

Por parte de la enfermera, se debe tener especial cuidado en la limpieza, ya que esto favorecerá la cicatrización, utilizando por tanto una técnica estéril. Las ulceras superficiales pueden lavarse con agua y jabón, las de grado uno con clorexidina, las de II, III, y IV con antisépticos locales.

Una vez curada, debe instruirse al paciente para realizar un tratamiento local y preventivo, basado en la movilización y dispositivos de protección.

He elegido este artículo, ya que creo que las úlceras por presión son un problema muy importante que las enfermeras ven a diario y veo imprescindible la necesidad de que sepamos en que consisten estas heridas, como tratarlas y como evitar que aparezcan. Además, en este libro aparece todo de forma muy esquematizada y clara, lo cual hace que se vea más sencillo de tratar.
 

BIBLIOGRAFIA 3


Este artículo ha sido elegido, ya que me parece interesante observar un caso concreto en el estudio de las infecciones nosocomiales en el hospital. En este artículo, se describen complicaciones que derivarán en infecciones nosocomiales en el postoperatorio cardiaco, la cual es una causa persistente de infecciones nosocomiales, además de aumentar su morbimortalidad. Ha sido mi elección debido a que las intervenciones cardíacas siempre son muy complejas y una infección a ese nivel, puede causar muy fácilmente la muerte de los pacientes por lo tanto, creo que es de gran interés, conocer a controlar la aparición de estas infecciones en estos tipos de pacientes tan delicados.
Se identifican los factores de riesgo, microrganismo y tasas de infecciones en pacientes con este tipo de dolencias, en la unidad de cuidados intensivos pediátricos. 
Este estudio se establece en pacientes ingresados en la UCIP, entre diciembre de 2003 y noviembre de 2004. Dentro de los resultados, se incluyen un total de 69 pacientes; 16 con infección nosocomial.
El tipo de infección nosocomial mas frecuente en estos periodos fue la neumonía y seguidamente las del tracto urinario.
Se hallan diferentes factores que muestran el riesgo de estas infecciones, por ejemplo la duración del uso de dispositivos como ventilación mecánica, catéteres venosos y sondas son un factor de riesgo para del desarrollo de la infección nosocomial. Siendo un riesgo importante para el padecimiento de estas infecciones nosocomiales, por lo que se aconseja su retirada lo antes posible.  Además se observa como se elaboran planes de cuidados para los pacientes con estas dolencias, intentando reducir al máximo los factores de riesgo que influyen en la aparición de estas infecciones.
Nuria Freixas, Montserrat Sallés, Lola García. Enfermedades infecciosas y microbiología clínica. Elsevier doyma (esp).2009; 27 (5): 285-89




BIBLIOGRAFIA 4


Un paciente oncológico, es aquel que cuenta con una enfermedad crónica grave en la actualidad, que frecuentemente, tiene un pronóstico malo aunque también está muy evolucionado el tratamiento en dichos pacientes. El papel de la enfermera en este tipo de enfermedades puede seguir un esquema bastante claro.
Su objetivo es determinar las anomalías que existen dentro de cada uno de los patrones, y hacer dentro de lo posible, aquello que nos ayude a recuperar las capacidades de los pacientes, o a hacer que su calidad de vida sea la mejor hasta el momento en el que fallezcan.

 La enfermera debe valorar el estado actual de cada patrón en el paciente, mediante manifestaciones clínicas, encuestas, exámenes físicos y demás herramientas con las que cuenta para realizar esta operación. Se debe establecer un diagnóstico que muestre la carencia con la que cuenta en dicho patrón, y seguidamente se elaborarán objetivos que la enfermera espera que el paciente sea capaz de alcanzar. Para llegar a estos objetivos, la enfermera pauta una serie de intervenciones  que principalmente se clasifican en tres aspectos: intervenciones de valoración continuada, intervenciones terapéuticas e intervenciones de educación al paciente y/o familia. Posteriormente, la enfermera será la que se encargará de recoger y clasificar los resultados obtenidos según el estado en el que se encuentre el paciente.

Además de los problemas de enfermería pueden aparecer problemas interdependientes en pacientes oncológicos, los cuales son la disfunción renal, debido al tratamiento o evolución del tumor, donde las actividades enfermeras se centran en valorar las manifestaciones clínicas, prevenir la nefropatía úrica, prevenir la nefrotoxicidad y colaborar en el tratamiento médico, y el riesgo de hemorragia, que puede aparecer a nivel local(por el propio tumor) o general(debido al tratamiento), donde la enfermera debe valorar la situación del paciente, prevenir nuevas hemorragias y colaborar con el tratamiento médico.

Otros aspectos que la enfermera debe tener en cuenta son aquellos sociales y psicológicos, ya que debido a la dureza de la enfermedad, es un factor que suele deteriorarse bastante. Como conclusión, solo decir, que la enfermera debe utilizar un tratamiento donde contemple al paciente desde el punto de vista biopsicosocial, se deben contemplar aspectos biológicos y psicológicos en la atención de enfermería y que esta atención recibida mejorará en gran mediad su calidad de vida.

He escogido este libro porque me parece básico que la enfermera sepa cómo tratar a un paciente oncológico, y que cosas pueden aparecer o no en este tipo de pacientes, que pasan por situaciones tan complicadas.

Del puerto I, Narvaiza MJ, coordinadoras. Rayón E, directora. Manual de enfermería médico-quirúrgica: el paciente oncológico. Atención de enfermería. Madrid: editorial síntesis; 2007.



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